domingo, 28 de septiembre de 2008

Hay Tormentas


Que causan destrozos, que arrasan a su paso con todo y que solo dejan soledad, tristeza y ruinas, pero también hay quienes se levantan y a pesar de las tormentas no se rinden, ni se doblan. Al contrario, salen fortalecidos, con más fuerza para volver a levantarse y seguir adelante. En esta categoría estamos nosotros, ni los vientos, ni las tormentas y mucho menos las intrigas han podido derrotarnos. Estoy triste, si. Lloré de impotencia y de coraje, pero ya todo pasó, la calma volvió y hay algo que ni los vientos, ni las tormentas y mucho menos las intrigas han podido ni siquiera mover: nuestro amor. Así que, adelante, estoy lista para limpiar los desastres a nuestro alrededor, pero nosotros estamos enteros, seguros y resguardados en nuestro hogar y en nuestro amor. El peligro ha pasado, el cielo se despeja, las aguas vuelven a su cauce y el sol vuelve a brillar.

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